Cómo cuidar tu piel antes y después de un tattoo
- elhuertoestudiocre
- 19 ago
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Un tatuaje no empieza ni termina en la sesión: la preparación de la piel y los cuidados posteriores son esenciales para una cicatrización perfecta y un resultado duradero.

Hacerse un tatuaje es una experiencia artística y personal, pero también un proceso que involucra tu piel. Prepararla adecuadamente y seguir los cuidados posteriores es clave para que el diseño cicatrice bien y luzca impecable con el paso del tiempo.
Antes del tatuaje: prepara tu piel
Hidratación: Durante la semana previa, aplica crema hidratante en la zona a tatuar. Una piel flexible y nutrida cicatriza mejor.
Evita el sol y quemaduras: No expongas la zona al sol ni uses cabinas de bronceado antes de tatuarte. Una piel dañada no es adecuada para tatuar.
Descansa y aliméntate bien: Dormir lo suficiente y llegar a la cita bien alimentado ayuda a que tu cuerpo tolere mejor la sesión.
No tomes alcohol ni anticoagulantes: Pueden fluidificar la sangre y dificultar el trabajo del tatuador.

Después del tatuaje: los primeros días son clave
Limpieza suave: Lava la zona con agua templada y jabón neutro, sin frotar.
Hidratación específica: Aplica la crema recomendada por tu tatuador, varias veces al día.
Evita el sol y el agua en exceso: Durante las primeras semanas, no expongas el tatuaje al sol ni lo sumerjas en piscinas, jacuzzis o mar.
Ropa cómoda: Evita la fricción con prendas ajustadas que puedan irritar la zona.

El resultado final
Un tatuaje bien cuidado cicatriza en unas 2-4 semanas, aunque la piel puede tardar más en regenerarse por completo. Si respetas el proceso, el diseño mantendrá líneas nítidas y un aspecto impecable durante años.
En Herbin Cortés World Ink, acompañamos a cada cliente no solo en la sesión artística, sino también en el proceso de cuidado posterior para garantizar un resultado perfecto.



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